Incidentes Asociados
Hoy el Ministro de Defensa Crosetto, ayer (2019) el Ministro de Economía Tria. Los maestros del engaño siempre van un paso por delante y aquellos que en las últimas semanas hicieron una estafa millonaria de euros involucrando a excelentes nombres - desde Moratti a Armani, desde Tronchetti Provera a Caltagirone - han jugado el mismo juego que aquellos que hace años intentaron quitar de las arcas del Rai, a través del entonces presidente del consejo de administración Marcello Foa, un millón de euros.
La estafa del CEO
En 2019, la operación encubierta que afectó a 27 grandes empresas italianas, bautizada como "la estafa del CEO" -director ejecutivo- precisamente porque el correo electrónico de la dirección giovannitria@mef.gov va directamente al máximo responsable de cada empresa que acaba en la mira. Y es precisamente esta ausencia de intermediarios lo que hace caer en la trampa a los números uno: cuando un ministro escribe, lo hace sin hacer preguntas. Y corre el riesgo de que ocurra lo mismo con la Rai, pero en el caso de la televisión estatal la estafa es desbaratada por el consejero delegado Salini.
Un millón para Hong Kong
El autoproclamado ministro de Economía invita a Foa a que la RAI pague una tarifa acordada en un contrato internacional con empresas chinas por un millón de euros, que se ingresará en una cuenta corriente en Hong Kong. Los detalles en el correo son pocos, lo que importa es que el presidente sabe que tiene la aprobación del ministro. Todo lo explicará en breve un abogado de Milán, un tal Francesco Portolano, que poco después llama a Foa y le explica a través de qué canales se concretará la operación de pago. Ninguna sospecha, ninguna pregunta, como suponían los estafadores: la respuesta al correo electrónico de Tria llegó al día siguiente. Foa no responde personalmente, sino a través de las oficinas del consejero delegado, Fabrizio Salini.
Parada de Salini
Salini relee el correo electrónico y algo no le convence. Antes de proceder a la transferencia de un millón de euros, llama a Tria y descubre que el ministro no sabe nada de los chinos ni de los contratos garantizados por la mediación de Portolano. Rai no paga y presenta denuncia, los fiscales de Roma y Milán empiezan a investigar y descubren que el dinero ingresado por varias empresas en la cuenta corriente de Hong Kong, a través de un complejo proceso de transferencias de extranjero a extranjero, pasando por cuentas en Israel, regresa a Italia a través de compras de inmuebles.
Los autores en juicio
Un año después de la denuncia, dos de los autores del intento de atentado contra la RAI fueron incluidos en el registro de sospechosos. Y ahora, seis años después, tres miembros del grupo han sido enviados a juicio por la Fiscalía de Milán por fraude y suplantación de identidad. Se trata de tres ítalo-israelíes: Felix Pinchas Attia y Yigal Halwani, de 33 y 32 años, (ya condenados en primera instancia a seis años por un gran fraude en Noruega) y Beniamino Daniele Raffaele Namdar, también de treinta años.